El Tapiz Miró descubre su lado oculto

En 1979 se instaló en la Fundació Joan Miró de Barcelona su conocido Tapiz de la Fundación. Venía directamente de los talleres de Tarragona en los que colaboraron el artista textil Josep Royo con el propio Joan Miró. Durante 40 años el tapiz, con sus enormes dimensiones de 7,5 metros de alto por 5 metros de ancho, estuvo colgado de la misma pared. Hasta hace poco más de un mes, que se avanzó unos metros para acceder a la parte posterior con un delicado sistema de sujeción. El motivo: el trabajo de conservación del dorso de la monumental pieza, ya que durante todo este tiempo sí que se había intervenido en la parte anterior.

El pasado 2 de abril la Fundació Joan Miró invitó a un grupo heterogéneo de prescriptores a la presentación de las tareas de conservación del tapiz. La organización contó con algunos prescriptores culturales habituales de las convocatorias de bloggers, pero también a especialistas del mundo de los tejidos y la creación textil y un ilustrador que está realizando una residencia dentro de la Fundació Miró en la que dibuja lo que sucede dentro de sus espacios. Tras la bienvenida del director de la Fundació Miró Marko Daniel y del equipo de comunicación de la fundación, pudimos entrar en el archivo de documentación de la Fundació Miró: allí se conservan más de 10.000 dibujos de Joan Miró, gracias a los cuales se puede comprender mejor su obra y rastrear la evolución de cada pieza. Por supuesto, también pudimos recorrer la intrahistoria del Tapiz de 1979, cuyos primeros bocetos datan de 1968. Las responsables del área de conservación de la institución, Elena Escolar y Teresa Montaner, explicaron la importancia de acceder a esta información, para construir la historia del tapiz, conocer el tipo de materiales empleados y así saber cómo cuidarlos. También se conservan los bocetos y dibujos de otros grandes tapices de Joan Miró: el desaparecido en el ataque al World Trade Center y en la National Gallery de Washington, actualmente fuera de las salas de la institución, en el depósito del museo.

El ilustrador dibujando los documentos del archivo Miró

El Tapiz de la Fundación de Barcelona es el tercero y último de estos tres tapices. En la década de 1970 Joan Miró comenzó una fructífera colaboración con el creador textil Josep Royo. Primero vinieron los sobreteixims, unas piezas que combinan el collage, la pintura y el tapiz, con ejemplos en la Fundació Miró. Después, avanzaron hacia los grandes tapices, para los que había que contar con las instalaciones especializadas de La Farinera de Tarragona. En esta época Joan Miró deseaba revalorizar el trabajo de los artesanos, protagonistas necesarios a la hora de materializar su creatividad.

Un boceto de uno de los sobreteixims de Joan Miró

Después de mostrar la fuerza del archivo documental, tocaba disfrutar del Tapiz de Miró, por primera vez en su parte posterior gracias al avance respecto a la pared. Esta medida habría encantado a Joan Miró, que lo había concebido casi como una escultura. En el Tapiz de la Fundación se observa cómo la combinación de los hilos de yute, algodón y lanas de colores con su voluntad expansiva crean un efecto matérico de carácter casi escultórico. Además, la parte ahora descubierta permite apreciar el trabajo creativo y textil en toda su dimensión. Lo que encontraron en la parte posterior era inédito, ya que no sólo está oculta por la posición, sino que se había cubierto con una lona protectora. Por motivos de operatividad sólo se desveló el tercio inferior del Tapiz: se dejaron los hilos que marcan el cosido de la lona con el tapiz, para poder recoser exactamente por los mismos puntos. Por vez primera en 40 años se pueden ver los vivos colores originales, el modo de trabajo del equipo de costura e incluso detalles como la aguja que se ha dejado de manera deliberada, casi como una firma artesanal de todo el equipo. Si se comparan los colores del dorso con los de la parte frontal se revela que 40 años de exposición han hecho que se perdiera color, habiéndose mantenido la intensidad original en el lado cubierto.

Prescriptores delante del Tapiz de la Fundación

Durante los días que dure la intervención, se ha instalado una cámara que permite al público ver en una pantalla de la sala cómo se produce en vivo y en directo el trabajo del equipo de conservación. También se puede seguir toda la actualidad relacionada con esta pieza buscando en redes la etiqueta #TapísMiró. Por último, hay que recordar que las conservadoras están en contacto con el museo de Washington para recabar todos los datos posibles de su tapiz para implementar las medidas adecuadas al Tapiz de la fundación de Barcelona.

El dorso del Tapiz bajo la lona protectora

En resumen, hasta el 12 de mayo el Tapiz de la Fundación Joan Miró muestra el proceso de trabajo para materializar tamaña obra, tanto por calidad como por medidas. Un avance de dos metros para viajar 40 años en el tiempo y descubrir un excelente trabajo artesano y creativo.

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