Bill Viola en La Pedrera: videoarte y espiritualidad

La sala de exposiciones de la Fundació Catalunya La Pedrera de Barcelona acoge una fantástica retrospectiva de Bill Viola, Espejos de lo invisible, hasta el 5 de enero. La muestra ha sido co-comisariada por la directora del estudio de Bill Viola, Kira Perov, que además es la compañera del artista.

Si bien el artista americano no es el creador del videoarte, sí que ha cultivado esta técnica artística desde mediados de los años 70, siendo uno de los grandes representantes de la generación posterior a la de los fundadores del videoarte.

Gracias a la habitual convocatoria de prescriptores culturales que realiza la Fundación La Pedrera pudimos descubrir las obras expuestas en esta muestra. También disfrutamos de la conferencia posterior de Kira Perov, que nos ilustró perfectamente sobre la dificultad de producir una obra tan personal, mostrando la producción de Bill Viola y cómo realiza una serie de piezas emblemáticas.

Una imagen de la exposición de Bill Viola en La Pedrera.
Imagen de la página de Facebook de Fundació Catalunya La Pedrera

ÍNDICE DE CONTENIDOS:

1. El tiempo en el videoarte de Bill Viola
2. Los temas en el videoarte de Bill Viola
3. La técnica y escenografía en el videoarte de Bill Viola
4. La Pedrera, un espacio modernista para el videoarte

El tiempo en el videoarte de Bill Viola

“Mi material no es el vídeo, ni la cámara. Es el tiempo”, afirma Bill Viola. Y sobre este tiempo se conciben los temas de sus piezas. En la conferencia Kira Perov nos mostró ejemplos de time lapse realizados por el videoartista a comienzos de su carrera ¡en 1970!

En La Pedrera aparecen varias obras en las que se trabaja con el tiempo, ralentizándolo en muchos casos, casi convirtiendo en esculturas vivientes a los personajes que aparecen en la pantalla. Así sucede en El quinteto de los sobrecogidos (2000), en donde los cinco actores representan cinco sentimientos, pero aparece a un rimo tan lento que es casi inapreciable.

Parece que no pasa nada en las escenas, pero todo ocurre. Como espectador, hay que esperar ante el vídeo, observar, ser paciente para llegar al climax de cada obra: así podemos saber el porqué del drama de Estudio para Aparición (2002) o apreciar la intimidad del político de La habitación de Catalina (2001), donde cada pantalla presenta una acción diferente asociada al momento del día y de la vida.

Catherine’s Room’ (2001) Cortesía Bill Viola Studio. ©Bill Viola. Fotografía: Kira Perov

Los temas en el videoarte de Bill Viola

Bill Viola es el gran maestro de la espiritualidad, de la transformación interior, de los sentimientos internos, de la introspección. Sus influencias van desde el sufismo hasta los místicos, pasando por la filosofía zen.

En su obra se cultivan temas universales como el nacimiento, la muerte y la relación entre ambos. Por ejemplo, en Cielo y tierra (1992), hay dos pantallas enfrentadas en vertical: en la inferior, una imagen de su hijo recién nacido; en la superior, la de su madre, muerta recientemente. La conexión entre las imágenes, el juego lumínico de reflejos contribuye a la idea de la continuidad de la vida.

Cielo y Tierra. Imagen de la página de Facebook de la Fundació Catalunya La Pedrera

También se observa en la producción de Bill Viola el tema del paso del tiempo y la transmisión generacional. En Tres mujeres (2008) coloca a una mujer con sus dos hijas, que atraviesan por tiempos una cortina de agua, siempre guiadas por la mano materna. O en Caminando por el límite (2012), donde dos hombres, padre e hijo, se aproximan hacia la cámara y entre sí desde el fondo de la línea del horizonte, para volver a separarse una vez que se tocan. Una preciosa metáfora de la transmisión de vida y conocimiento.

Otros temas clásicos de Bill Viola están más relacionados con el mundo de la espiritualidad, con conceptos como la transformación, la purificación o la iluminación. El fuego y el agua son los protagonistas en estos procesos de cambios. Los Cuatro Mártires (2014) fueron un encargo para la Catedral de San Pablo de Londres. Muestran a cuatro personas que desafían a los elementos de la naturaleza, con aceptación, simplemente soportando los fuertes envites de la vida ante nuestros ojos.

Earth Martyr, 2014 Cortesía Bill Viola Studio. ©Bill Viola. Fotografía: Kira Perov

La técnica y escenografía en el videoarte de Bill Viola

El impacto que producen las imágenes de Bill Viola es posible gracias a un concienzudo uso de la tecnología. Según explicó Kira Perov en la conferencia, el artista ha ido utilizando todas las novedades en cámaras, pero combinándolas con objetivos antiguos, como las cámaras de infrarrojos, que le permiten crear texturas en cada plano.

Su modo de trabajo requiere de decenas de profesionales del mundo audiovisual, que dominen las tecnologías y los efectos. También deben complacerlo en la creación de escenarios enormes que permitan grabar sus escenas, donde cae tierra o agua de verdad sobre los actores. Sólo cuando hay fuego, por razones obvias, recurren a efectos visuales aproximando las llamas al objetivo de la cámara para que parezca que tocan al actor.

La excelencia en el modo de grabar de Bill Viola lo llevó a trabajar una vez con el estudio de George Lucas, una de las grandes referencias de la industria audiovisual. Kira Perov afirmó en la conferencia que todos los técnicos están encantados de grabar con Bill Viola, ya que están acostumbrados a los plazos cortos y rápidos del cine y la publicidad. El artista los requiere por mucho tiempo para grabar apenas una hora de proyección, así que se esfuerzan para hacer un resultado impecable. Y se nota en la obra final

Por último, Bill Viola, también se interesa por la parte de la presentación de sus obras, como los monitores y las pantallas planas. Estas últimas ofrecen una imagen similar a la de un cuadro, que casa perfectamente con las obras de los años 2000 en las que la influencia de las obras del Renacimiento y Barroco es muy evidente.

Emergencia, 2001. Cortesía Bill Viola Studio. ©Bill Viola. Fotografía: Kira Perov

La Pedrera, un espacio modernista para el videoarte

Las salas de la Fundació Catalunya La Pedrera también son protagonistas en la retrospectiva del autor americano. Cuando inicié el recorrido por la exposición, y conociendo la obra de Bill Viola, eché de menos los grandes montajes del videoartista. Pero, al transitar entre los vídeos, te das cuenta de que aquellas majestuosas instalaciones no hacen falta en esta exposición. La presencia constante de los elementos arquitectónicos diseñados por Antoni Gaudí, con sus formas orgánicas, naturales, contribuyen a la espiritualidad de Viola.

La continuidad de los espacios y la oscuridad de la sala de exposición, únicamente iluminada con la luz de las pantallas y las proyecciones, hace que te sientas en un entorno íntimo, como una cueva dominada por los reflejos de una corriente interna de agua.

La exposición de Bill Viola en La Pedrera.
Imagen de la página de Facebook de Fundació Catalunya La Pedrera

Durante la duración de la exposición Espejos de lo invisible, hay más Bill Viola, no solo en La Fundació Catalunya La Pedrera. Otros centros de arte de Cataluña, como Bòlit en Girona, el Museu de Montserrat, Planta de la Fundació Sorigué o el Museu Episcopal de Vic presentarán piezas del videoartista hasta el 5 de enero. Y el Palau de la Mùsica Catalana y el Liceu programarán la noche Bill Viola el 4 de diciembre, con la proyección de algunos de sus vídeos.

Una ocasión imperdible para disfrutar como nunca de uno de los grandes artistas contemporáneos en algunos entornos maravillosos, que parece que hayan sido creados para visualizar la impecable obra de Bill Viola.


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